Respiraba o al menos lo intentaba.
Tenía los labios morados y ya no eran por los suyos, porque se fue.
Sus manos temblaban, y ya no era por tenerle cerca, porque se fue.
Ese nudo en la garganta ya no era por su voz a las tantas, porque se fue.
Esa sonrisa que le faltaba en la cara era lo único que le dejó. porque se fue.
¿Era aquello enero, el invierno o él que ya no estaba?
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