.

.

jueves, 20 de diciembre de 2012

Tablero a doble cara. Por ti.

Fue justo en ese instante en el que me di cuenta de que lo pasé muy mal, pero lograba que volviese a esa línea de meta, que volviese a intentar algo prácticamente improbable, no me atreví nunca a decir imposible, su sonrisa siempre me dejaba con ganas de un intento más, de un 'necesito tenerlo' y por ser tan estúpida me he tragado esa línea de comienzo miles de veces, avanzando casillas de más como de menos, pero ni llegaba a rozar ese final, ese 'ya eres mío pese a todo'. Me he prometido muchas veces cambiar de juego, jugar por alguien con un final asegurado, pero entonces, justo en ese momento aparecías poniendo mi ficha en juego, empujándome a una jugada más, no pasaría nada, ya estás acostumbrada a ese vacío que te tragaba a mitad de la partida y piensas que tienes un escudo contra ello, pero vuelve a sorprenderte, y se va y tú, tu vuelves tropezando con todo, has caído en el abismo de siempre no aguantabas una despedida más pero lo ha hecho, se ha ido, y te ha dejado rota, sin alma y en un intento de sobrevivir gritarás intentando romper el tablero, pero es tarde, hace años que está atado a ti. Vuelves a la línea de meta, esperando la llegada que te haga avanzar de nuevo.

"Golpeteó. Otra vez. ¿Qué haces? Le inquirí. ¿Tú no estabas muerto? Respondió con otro golpe. Puto músculo inservible. Solo sabes amar".


"Guárdame en tu corazón y que no se te olvide, que he muerto al perderte, porque tu eras mi vida".


"Sigo en mi línea, torcida pero siempre hacia arriba"


“Quiero romper relojes, quiero que no exista el tiempo, que el momento dulce sea eterno, despertar y vernos”


domingo, 16 de diciembre de 2012

'Mi vicio, mi vacio, mi adicción, mi aficción, mi ruina, mi rutina, mis ojos, mis ojeras...'


Eco en forma de recuerdos que taladran'

Si miras mi interior solamente verás el abismo que dejó al irse, ese eco que retumba en forma de recuerdo con su risa, su sonrisa, sin prisas por enamorarme, pero lo hizo, demasiado rápido y muy hondo. Me dejó con la piel helada, solo con el triste calor que deja su ausencia. Mis dedos ya no dibujan otras letras que no sean sus iniciales y no hay nada peor que recordarle solo a él cuando preguntan "¿En quién piensas?". Desde que no está ya no es lo mismo pasar por esas calles, ya no espero encontrarlo donde siempre, ya no escribo por nadie que no sea él. Llena cada vacío que deja al irse cuando vuelve, llega abriendo la herida que deja cuando se marcha. Y lo que más miedo da es el vértigo que deja en mí cuando se da la vuelta y empieza a andar, a andar hacia lo lejos, añadiendo pasos a lo que sera una despedida, y ahí estoy yo, deseando que se pare y se de la vuelta, que vuelva, pero que vuelva para quedarse.

'Los puntos suspensivos. El final abierto. El "a lo mejor vuelvo".'


Puedes coger la botella y olvidar, pero al día siguiente te acordarás que el motivo por el que cogiste la botella fue él y volverás.